Poemas sidosos

Roberto Valero


Recordando a San Francisco de Asís

(Umbría 1182-1226)


Qué haría usted, hermano,

en estas ciudades sidosas?


Bacterias y virus,

bacilos y tristezas,

vengan a banquetearse en este cuerpo

que fue bastante hermoso

ni tan tan, ni tan pico

pero la vitalidad me había alquilado

éramos agua y humedad

fraternidad universal como predicaba usted,

y leíamos el Himno al Sol

en su fiesta del cuatro de octubre.

Vengan, enfermedades que esperan su oportunidad,

como espero yo el milagro,

tuberculosis, hepatitis,

cánceres poco comunes,

tantos otros que apenas sé nombres y señas.

Ojalá que no, Señor,

ojalá me sigas protegiendo contra radiaciones

y desarrollos celurares que nadie controla.

Ojalá no me toquen el cansancio completo

el disgusto del pan y los colores,

que no me toquen el resentimiento y la locura.

Pero dejémonos de cuentos

cuando estamos saludables

nos invaden también virus y buitres,

nos comen por una pata

préstamos y mecánicos,

impuestos e ideologías.

Señor, gracias por el milagro de esta primavera

por el techo y los alimentos,

y porque no me han tocado las calamidades nombradas

pero comprendo a los que han sido terremoteados por bestiales desastres.

Gracias, por familia y amigos

y porque he conocido, y conozco,

el amor de María.

Washington, mayo 3, 1993

Poemas sidosos

PMEA

Mis lectores no comprenderán el título, así ocurre con los

títulos rebuscados. Pero éste es científicamente exacto,

significa, perdonen lo antipoético, 9-(2-phosphonylmethoxyethyl)

adenine, pero cariñosamente le decimos PMEA, ustedes conocen a

los americanos. Hace dos meses tampoco yo lo hubiera entendido.

Ahora puedo decir sin poses de salvador del mundo o poeta

trasnochado que me ofrezco a la humanidad cada día, soy el noveno

cuerpo humano por donde corre esta droga que no servirá para nada

o salvará a muchos, de mí depende en gran parte que funcione, y

de Tom, Teresa, Gina, Debie, Brad, Vansala, Bill, de mis doctoras

Bárbaras... Por eso cuando recojo la bolsita plástica -fría,

impersonal, con mi nombre y su nombre, 64 miligramos y otros

datos- me la pego a la camisa, cerca del corazón que el PMEA

recorrerá en un rato. Oro en el elevador y mientras dura esta

media hora de transfusión, este juego de escorpión diario con mis

venas, visualizo virus y celulas T, después sueño.

National Institute of Health (NIH)

Maryland, mayo 13, 1993.

Poemas sidosos

Heyoehka

Ahora que el sida es sólo un efecto colateral

de mis desgracias

"y no hay calamidad que no me ronde",

ahora que puedo sentir

más que entender

la poesía renacentista

"la salud y la edad se hayan huido!"

ahora que también soy un es cansado

y la espalda parece prestada

(desgraciadamente no hay metáfora)

sombra del creador

la esperanza montando cachumbambé

este cansancio que viene del corazón

payaso sagrado que danza de cabeza

y camina hacia atrás

"si alguien pregunta díganle

aquí no pasa nada, no es más que la vida,"

y yo pasé...

Mayo 6, 1993

Poemas sidosos

Porque a veces

Un día en que sólo recuerdo caños,

si el inodoro del gimnasio estaba sin bajar,

una violencia sin motivos,

las cortinas del cuarto estaban torcidas.

Estoy cansado y tengo sueño,

mucho sueño.

Si pudiera dormir sin pesadillas,

dormir,

dormir

hasta que los ojos se hagan raíces.

Washington, enero 12, 1987

Poemas sidosos

Cuando somos ya cuidarnos contra Vida

Cuando somos ya cuidarnos contra Vida

o Vida nos molesta con llantos

cuando el quehacer fundamental se vuelve

píldoras, condones, cuidar de los mocosos

que no dejan concentrarse en nada.

Cuando patria y viento, por no decir mierda,

es lo mismo

cuando ya y lo y luego y tanta cosa muerta

tanta cuerda

asco tanto de señores encopetados dirigiendo esto o aquello

señoras de moños y collares escribiendo aquello o esto

cuando de pronto cae la tarde y sentimos mucho frío

pero mucho frío en pleno trópico

o "estamos tocando el fondo"

o se ha jodido todo

quizás lo opuesto, quién sabe.

Poemas sidosos

A ratos

Ahora que no tengo tantos años,

ustedes sonríen pensando que es lo único que tengo,

pero volvamos a empezar.

He perdido la mitad de las horas otorgadas sobre el planeta

sin tiempo para Dios,

cuestionando filosofías

comparando obras maestras que nadie lee

o sufriendo con creaciones que sólo habitan mitologías.

El día lo paso detrás de la niña:

coño, tiró el tete otra vez en el inodoro

no te comas el cable de la computadora

esta chiquita un día se electrocuta,

Liora no come porque tiene una muelita

la muelita se llama Manuelita...

Sin embargo, a veces, pero muy de cuando en cuando,

me detengo asustado

no me reconozco

y todo porque no llegaste,

venías,

estabas al entrar con tu sonrisa amplia

tendríamos la misma puerta de la calle.

Te detendrás también tú?

Verás que distinto por mi ausencia?

Dejo que la niña haga lo que le venga en ganas,

le está entrando a escobazos al VCR.

Sobrevivimos ridículamente pegados a los objetos

sin comprender que somos sombras de árboles

abrazando fachadas.

Julio 26, 1990

Poemas sidosos

"...pero las venas del Amado no conducen a Itaca"

A Reinaldo Arenas

A dónde conduce el tajo?

las venas vacías ahogándose por sangre

con estertores pequeños

y grandes ríos rojos

brotando de la mínima herida.

A dónde el corte

si el ritual se cumple?

A qué rivera llega el suicida

pálido

porque "las venas del Amado no son rios"?

Si los amantes parten juntos

llegan al mismo puerto?

A qué estación arriba el que viola las leyes cristianas,

si solo, llega a un puerto,

con la persona amada a otro sitio.

Qué vislumbres

cómo serán las manos etéreas

nostálgicas de venas?

Habrá miradas odiosas aún

obligaciones familiares estupidizantes

o será la noche larga largamente

y los suicidas,

y los muertos "normales"

alumbrarán erráticos

como cocuyos despistados

alumbrando cualquier rincón galáctico

todavía sedientos de lluvias

mayos

la paz

y manos perfectas?

Washington, primero de junio, 1991

Poemas sidosos

Cuando no sabía todas las noticias

"Nací del polvo, al polvo vuelvo y sólo polvo

soy! Es como si jamás hubiera vivido!"

Absolutamente agobiado por las penas me refugio en ti. No

te conozco pero tampoco conozco las penas, por eso estoy

absolutamente agobiado. No hay donde darles, donde partirles la

jeta, no puedes dirigir el golpe contra nada o nadie. El tiempo

se encarga de agobiarnos, ni un minuto libre para colgar la tarde

contra el árbol y creer que la imagen será imperecedera. No te

conozco, pero recuerdo unos brazos que me aprietan y nunca

existieron, me hago un ovillo, me cubres, ronroneas nombrecillos

y palabras incomprensibles, "un día serás grande". Ahora también

deben ser agua y viento, nubes pegajosas, golpes pequeños y busco

enroscarme, doblo las rodillas contra el pecho, unos soniditos,

"estate quieto y ahorita amanece", me repites, y ya escucho los

golpes secos de la tierra contra la tapa que protege mi cara.

Washington, octubre 7, 1992

Poemas sidosos

Dead End

Después de haber recorrido infinitos expressways

tanto camino maravilloso

misteriosas calles

resulta que todas las supercarreteras

toda vía,

las encrucijadas todas

desembocan en un callejón sin salida.

Es un decir,

quedan los escapes verticales

mutis verticales?

o desciende el Deus ex machina

o me elevo yo

o me tierro en raíces.

Abril 26, 1993

NIH, Maryland

Poemas sidosos

Este nido de ardillas, arcillas?

Siempre he sido un histérico, no lo puedo negar. Los dioses

me han hecho una trastada, buen sentido de la ironía, tampoco se

puede negar. Me gustaba tener la casa impecablemente limpia,

desinfectada, todo en su lugar. Cuando llegaba mi esposa me

pavoneaba de la perfección mía, claro está. Siempre también

siendo positivo, tratando de ser positivo, de pensar y actuar

positivamente.

Ahora no, ahora aunque le pague a muchas personas para que

limpien y pongan todo en orden no lo logramos. Ahora yo sigo con

mis histerias y pulo, y compro detergentes, friego con

frecuencia, pero haga lo que haga siempre sigo sucio, siempre

infectado, pero no pierdo las esperanzas de ponerlo todo en

orden, bueno, o casi todo, depende de allá arriba, ahora que soy

positivo.

Washington, mayo 13, 1993

Poemas sidosos

Hablando con las niñas de mi Sida

Elisa y Liora, hoy no traigo sorpresas. Ya sé que no hay,

no habrá princesa o príncipe que pueda despertarme, la manzana

estaba bien envenenada. La bruja mala se dividió en mil y un

pedacitos y se mudó a mi cuerpo. Ahora también yo soy la bruja y

si amara podría matar, y no de mentirita.

Adviértanle a Teseo que tenga mucho cuidado, el laberinto,

la bruja y yo somos el mismo monstruo.

Las quiere, Aladino a veces, Papi siempre, cuando me vaya

volando con Peter Pan a la tierra de Nunca Jamás seré el Hado

Madrino que no las abandona porque escaparé con mi cuerpo más

etéreo -ya sin la bruja- a las playas de Siempre y Always Ever y

más Siempre para cuidarlas mucho.

D.C., mayo 24, 1993

Poemas sidosos

El final del principio

"Podrá la muerte olvidarte un día,

pero no el siguiente! Todos

caminamos hacia el abismo de la

anulación!"

Cómo será el comienzo después del respiro último?

Cómo el principio etéreo cuando el cerebro calmo

sueñe por vez primera?

Regresaré a la infancia como juez,

nuevamente saludable

y tendré los recuerdos cubiertos de mapas?

Será una explosión de estrellas

tantas agrupadas que se aprietan,

abajo, al fondo fondo las tinieblas

y uno vagando entre la luz y los abismos

no se aceptan boletos de ida y vuelta

sólo hacia allá

hacia allí diría el Apostol

hacia los tomeguines repletos de manigua

hacia la playa chica -personal y buena-

como tía Celina

playa y bondad y ternura

hacia los brazos muertos de los muertos que nos aguardan

con quienes amamos algo acá

ahora allí

un boleto de ida, por favor,

es mucho más barato embarcarnos con la idea de estar

de quedarnos en la ida

en el horizonte absolutamente desconocido,

allí, por allá, detrás de aquello,

ahí mismo.

Washington, agosto 18, 1993

Poemas sidosos

Tu imagen y semejanza

Es bueno recordarlo, somos divinos.

Saber que sientes este cansancio tan enérgico,

la fiebre, los dolores, un miedo largo,

las palabras dichas con rencor

y las palabras que no se dijeron,

sientes esa presencia tan sólida que anoche me acompañó

y era la muerte.

Tambien tú, Señor, tienes Sida

y lo compartes con nosotros.

Tú sí puedes decir que lucharemos juntos

y enviar un ángel que expulse a aletazos los virus

como mercaderes ladrones

porque mi cuerpo es tu templo.

No olvido, sin embargo,

que no descendió el ángel a desclavarte

no hubo descrucifixión

por qué reclamar entonces, para mí,

un lujo que no quisiste darte?

Que no podías darte?

Agosto 18, 1993